K. TXAKARTEGI
Pablo Viñas |
El ritmo de trabajo en el nuevo San Mamés es frenético. Un no parar. Los obreros enlazan turnos y las obras avanzan según el calendario previsto. A dos meses de la fecha prevista para su apertura -el 15 de septiembre-, todo indica que no habrá ningún retraso y que el Athletic podrá jugar ante el Celta de Vigo en la heredera de La Catedral, que a pocos metros luce semiderruida después de que las excavadoras hayan acabado con el viejo coliseo rojiblanco en poco más de un mes.
Los operarios se afanan estos días en ultimar la estructura que va a servir de base para instalar las placas del techo, así como de colocar los asientos (ya hay alrededor de la mitad en el sitio) y de preparar los interiores del nuevo San Mamés. Luego le tocará el turno al drenaje y al césped. La colocación de los tepes de hierba se dejará para el tramo final de las obras, ya que la operación no requiere mucha semanas para que el verde se asiente bien en el campo. A simple vista, es complicado que las obras finalicen para el 25 de agosto, una fecha que, según señaló el pasado jueves ETB, no descarta la Junta Directiva del Athletic. De ser así, el conjunto de Ernesto Valverde y la afición rojiblanca no se tendrían que desplazar a Anoeta en la segunda jornada de Liga para jugar como locales el derbi ante Osasuna, ya que San Mamés estaría listo. No habría viaje a Donostia en el último fin de semana de Aste Nagusia.
Desde Ibaigane no han confirmado ni desmentido esta información, aunque el propio Josu Urrutia siempre que se le ha preguntado por la inauguración del campo ha asegurado que estará listo para la fecha prevista, fijada para el 15 de septiembre. Otro dato que pone en duda la posibilidad de que se inaugure antes es la idea que maneja Valverde y que destacó el pasado martes en el inicio de la pretemporada. Txingurri quiere que los jugadores se aclimaten al césped y a las condiciones del nuevo coliseo bilbaino, por lo que pretende entrenar varios días antes de jugar el primer partido. Y esto solo puede ocurrir si las obras finalizan varios días antes del 25 de agosto.
UNA PARTE MÁS DEL PAISAJE Al margen de los plazos, de lo que no hay duda es de que el nuevo San Mamés ya se está empezando a convertir en una parte más del paisaje de Bilbao. La imagen desde Deusto es espectacular, también desde Artxanda. Donde antes lucía el arco, ahora se aprecia todo el techo blanco aún por terminar. Lo que ya apenas tiene presencia es el viejo campo, donde la Tribuna Principal ya es historia y el resto de zonas desaparecen a marchas forzadas.
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