miércoles, 9 de septiembre de 2009

Macua intensifica las gestiones para que el Gobierno financie el nuevo San Mamés

Ha mantenido conversaciones informales con la consejera de Cultura y pretende reunirse «cuanto antes» con el lehendakari López


IGOR BARCIA.-

Contar con el respaldo financiero del Gobierno vasco en la construcción del nuevo San Mamés se mantiene como «prioridad absoluta» para el Athletic, y la entrada del Ejecutivo como socio apremia después de que ayer el Ayuntamiento de Bilbao diera el último impulso con la aprobación urbanística del proyecto. La sociedad 'San Mamés Barria', formada para levantar el estadio rojiblanco, está integrada por la Diputación, la BBK y el club vizcaíno. El consistorio apoya eximiendo a los promotores de todas los impuestos y licencias derivados de las obras. Sin embargo, el nuevo campo, que costará unos 175 millones de euros, necesita para ver la luz la aportación del Ejecutivo que preside Patxi López.

Por eso, desde el Athletic se han intensificado los contactos con el Gobierno vasco. Fuentes de Ibaigane consultadas por EL CORREO aseguran que Fernando García Macua pretende reunirse «cuanto antes» con el lehendakari López para hacerle ver la necesidad de que el Ejecutivo se sume a la financiación. En este sentido, aunque todavía no han existido reuniones a nivel oficial, tanto Macua como la consejera de cultura, Blanca Urgell, han coincidido en los últimos tiempos en diferentes eventos en los que han intercambiado impresiones sobre el nuevo proyecto.

De todos modos, desde la entidad rojiblanca se asegura que «es fundamental» mantener una reunión en la que el Gobierno vasco clarifique su postura sobre el nuevo San Mamés. Hasta el momento, no se ha mostrado por la labor de asumir una cantidad que rondaría los 55 millones de euros. Es más, en una entrevista condecida a este periódico, la propia consejera de Cultura reconoció que «plantear un gasto de ese tipo cuando nuestro presupuesto es de 150 millones nos produce un susto tremendo». No fue la única voz discordante. José Antonio Pastor, portavoz parlamentario socialista, incidió en que «este país, y más en los tiempos que corren, tiene prioridades más urgentes que la instalación privada de una entidad privada».

Críticas

Estas posiciones distantes respecto a la nueva casa rojiblanca provocaron las críticas de quienes sí se han involucrado en el proyecto. Macua aseguró que «no entendería que el Gobierno diera la espalda a esa inversión. Menos cuando Bilbao tiene presentada su candidatura para ser sede del Mundial 2018 y está avalada por el club, Ayuntamiento, Diputación y Gobierno vasco. Además, el Athletic es parte del ADN de Vizcaya y éste es un momento crucial para el club. Se me hace difícil pensar que teniendo que hacer esa inversión en cinco o seis años, el Ejecutivo no esté». En el mismo sentido se expresó el diputado general, José Luis Bilbao, en declaraciones a EL CORREO, cuando apuntó no concebir «que el Gobierno vasco no participe de uno de los proyectos más ilusionantes para Vizcaya».

La última en sumarse a las críticas al Ejecutivo ha sido Julia Madrazo. La concejal de Urbanismo de Bilbao fue contundente el lunes tras explicar a los medios la configuración definitiva del área de San Mamés. «De momento, el Gobierno ni respira ni nada. Su inanición es absoluta. Nosotros hemos hecho bien los deberes. A los demás les corresponde ahora hacer los suyos, y no sólo salir en las revistas», en alusión a la fotografía del lehendakari en la publicación 'Vanity Fair'.

Así las cosas, la decisión del Gobierno es fundamental a la hora de financiar el nuevo campo. Si el Ejecutivo acepta su presencia y aporta 55 millones de euros, la BBK también invertiría 55, la Diputación 40 y el Athletic 25. En caso de negativa, la BBK y el organismo foral tendrían que hacer frente a 135 millones, mientras Ibaigane debería desembolsar 40 a través de un crédito.

Retraso

El alcalde Iñaki Azkuna aseguró que con la aprobación del Estudio de Detalle relativo a la parcela dedicada a albergar el nuevo estadio de fútbol de San Mamés, el Athletic, cuando solvente las cuestiones administrativas, tiene las «manos libres y se ha dado un paso importante para construir el campo desde el punto de vista urbanístico». Con este impulso, se espera que la primera piedra se coloque en 2010, con lo cual se retrasarían los plazos estimados para la inauguración, que apuntaban a 2014. En cuanto a la capacidad, la supresión del tercer anillo deja el aforo en 53.000 plazas, como ya adelantó EL CORREO, y una imagen exterior del recinto ovalada.

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