lunes, 5 de agosto de 2013

Compost de Bizkaia, en San Mamés

300 tóneladas de compost generado a partir de residuos procedentes de jardinería, bioresiduos de grandes almacenes de alimentos y la recogida selectiva de la fracción orgánica de los residuos urbanos a través del sistema de 5º contenedor personalizado, serán el sustento de la hierba de San Mamés.

A lo largo del mes de agosto y durante tres semanas una veintena de camiones trasladarán 300 tóneladas de compost desde la Planta de Compostaje ubicado en el Ecoparque de Monte Arraiz (junto a la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico y la Planta de Valorización Energética Zabalgarbi) hasta la nueva ubicación del campo de fútbol de San Mamés. Una vez allí, el compost será mezclado con arena creando la base donde descansará el tepe de césped natural de San Mamés.

El empleo del compost de Bizkaia tanto en jardinería así como en el nuevo campo de San Mamés, aunque curioso, es un ejemplo más de la estrategia global para la gestión de los residuos. La Diputación Foral de Bizkaia establece como meta para el año 2016, destinar al compostaje el 4% de los residuos primarios generados en Bizkaia.

Mientras tanto, los convenios con Ayuntamientos y Mancomunidades que permiten garantizar el objetivo de vertido crudo cero con anterioridad al 2016 se siguen extendiendo. La totalidad de los residuos urbanos de Bizkaia recibirá el tratamiento adecuado de acuerdo con la jerarquía de gestión de residuos; reutilización, reciclaje, valorización y eliminación segura evitando su vertido.

La primera planta de compostaje de Bizkaia inaugurada en marzo de 2011, es una infraestructura de 14.000 m2 y se ubica sobre un terreno recuperado, un antiguo vertedero controlado de residuos urbanos de unos 20 años de antigüedad, actualmente está sellada y estabilizada.

Proceso de cuatro meses

La semana pasada se certificaron las analíticas que confirman que las 300 tóneladas de compost cumplen la normativa y son aptos para el uso en parques y jardines y consecuentemente en instalaciones que precisen drenajes similares. El compost que servirá de sustento al césped de San Mamés es el resultado de un proceso de cuatro meses.

  1. Los camiones que llegan a la planta son registrados para el control de datos correspondiente y depositan los residuos verdes y bioresiduos en sus lugares correspondientes dentro de la nave de recepción.
  2. Con la ayuda de una pala el material es descomprimido y revisado.
  3. En la misma nave de recepción, se retiran los impropios del material recibido.
  4. La pala alimenta la trituradora móvil que tritura los residuos para que éstos alcancen el tamaño deseado. Los residuos se trituran de tal forma que la superficie de los materiales aumenta de forma considerable, facilitando así el proceso de compostaje.
  5. A la salida de la trituradora hay un separador magnético que retiene los componentes magnéticos que pudiera haber en el material.
  6. La relación para la mezcla necesaria para asegurar un procedimiento de maduración óptimo para los residuos a compostar es de un 75% de material estructurante (residuos verdes) y un 25% como máximo de bioresiduo (frutas, verduras, material orgánico sin cocinar…). Los bioresiduos se deben tratar el mismo día y la zona de recepción del material se limpia diariamente.
  7. El material triturado y mezclado es depositado, con la ayuda de la pala, en la nave de proceso, en forma de pila. Cada semana se completa una pila con el porcentaje de mezcla adecuado.
  8. Una vez formada la pila se le aporta agua para mantener el adecuado nivel de humedad. Las bacterias responsables de la descomposición y conversión requieren de suficiente agua y oxigeno.
  9. El material triturado apilado en capas comienza a compostarse de inmediato y la temperatura de la pila aumenta. Los componentes orgánicos empiezan a descomponerse.
  10. Cada pila es volteada con una pala cada mes y hasta 3 veces durante el proceso de compostaje. Estos volteos permiten que el material no esté apelmazado y que se vuelva a mezclar generando así nuevas vías para la respiración.
  11. Además la humedad que se ha ido perdiendo durante el proceso se recuperará mediante la aportación de agua de forma controlada. Los parámetros de maduración que se siguen en el proceso son la temperatura y la humedad del producto.
  12. Después de un período de maduración de cuatro meses la pila estará bien madura y habrá ido "desplazándose" a lo largo de la superficie de tratamiento y se identificará por su color oscuro.
  13. Tras el proceso de compostaje, mediante la pala estibadora el material ya apto para ser cribado, se criba y se almacena, ya preparado para sus diferentes usos.


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Fuente: Bizkaia.net

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