jueves, 21 de marzo de 2013

El Barça se fija en el 'modelo San Mamés'

El club azulgrana baraja levantar su nuevo estadio al lado del actual en dos fases, como ha hecho el Athletic
JUANMA MALLO

El Barcelona se ha fijado en el 'modelo San Mamés' para levantar el futuro Camp Nou, una obra a medio-largo plazo, pero que ya ha comenzado a gatear. En periodo de estudio, de calibrar al menos dos proyectos a cargo de la consultora AEG, la junta de Sandro Rosell observa con muy buenos ojos la posibilidad de edificar el templo azulgrana en dos fases en un terreno anexo al actual estadio. Igual que ha hecho el Athletic con la que será la casa rojiblanca a partir de septiembre. Es más, uno de los directivos blaugrana, Jordi Moix, responsable del área de Patrimonio, lo dejó claro en una reciente entrevista con la emisora RAC1. "La 'opción San Mamés' consistiría en construir el nuevo Camp Nou en dos partes: primero, 3/4 del campo, y después un último cuarto. Estamos evaluando la construcción de la primera parte del campo que pudiera caber dentro de nuestros terrenos", aseguró Moix. Es decir, jugar con tres bloques terminados, mientras se acaba el último, como sucederá en Bilbao a partir de septiembre.

Pero lo primero es que el Barça rebaje su deuda, cifrada en septiembre de 2012 en 334 millones por el vicepresidente económico azulgrana, Xavier Faus, a 200 millones. A continuación, someter a un referéndum a los socios catalanes sobre qué desean hacer (remodelar o construir un campo nuevo) y dónde. Una consulta –vinculante aunque haya cambio de directiva– que, en principio, se espera realizar en el curso 2014-15, aunque los más pesimistas la aventuran para el siguiente ejercicio, 2015-16. Para ello, la consultora AEG, encargada del Staples Center de Los Ángeles Lakers, del O2 Arena de Londres y del Turk Telekom de Estambul, entre otros, está trazando varias alternativas para que el club presente a los propietarios de un carné.

Una, descartada de plano, pasaba por sacar el Camp Nou de la Ciudad Condal. Que dan dos. Por un lado, efectuar una permuta de terrenos en el inicio de la Diagonal con la Universidad de Barcelona. Sin embargo, parece que en ese lugar no entraría el complejo. Por la otra parte, la construcción del nuevo campo en perpendicular al actual estadio, empezando por el espacio ocupado por el Mini Estadi. A priori, la que mayor consenso presenta en la directiva de Rosell. Cuando ambos esbozos se confirmen, cuando se puedan dar a los socios las dos opciones con todos los datos –presupuesto, tiempo estimado...– y la deuda se consolide en 200 millones, los propietarios de un carné decidirán. "La intención es tener la primera parte del estudio terminado para el próximo otoño", señaló Moix.

Se contempló una profunda renovación del actual estadio, lo que provocaría que el Barça tuviera que exiliarse a Montjuic, aunque Rosell parece que la ha metido en el cajón. "Reformándolo nunca será el mejor campo del mundo; haciendo uno nuevo sí lo será", aportó el presidente hace poco más de seis meses.

Razones sentimentales

Copiar el proyecto de San Mamés, además, cuenta con una ventaja añadida: razones sentimentales, como también ocurrió en Bilbao. El estadio se mantendría en los terrenos actuales, muy cerca del lugar en el que los aficionados azulgrana han vivido momentos históricos. A unos metros. E igual que en la villa, la construcción provocará una reestructuración de la zona. Primero, porque afectará a las instalaciones de la entidad catalana, como el Palau Blaugrana y el Palacio de Hielo. Y también porque habría que cambiar la distribución de los espacios. "Hay que evaluar los accesos que tendría esta nueva ubicación, en cuanto a tráfico y de personas –se debería soterrar la calle Aristides Maillol, que separa el Camp Nou del Mini Estadi–, ver los terrenos que quedan liberados y lo que se puede hacer con ellos, el tiempo que implica la nueva construcción y el coste que representa".

En este punto, sí aparecen grandes diferencias con respecto al futuro San Mamés. Porque el coliseo azulgrana casi doblará en capacidad al estadio vizcaíno: algo más de 53.000 espectadores por casi 100.000 asientos. Eso supondrá un desembolso de cerca de 600 millones de euros para el Barça, calculó el vicepresidente económico del club, que aseguró que todo saldría de las arcas de la entidad, de recursos propios, sin ayuda pública, al contrario que en Bilbao. Pero serán los socios los que decidan. Por si acaso, Rosell y sus hombres se han fijado enel Athletic para construir su futuro recinto por partes.

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