sábado, 24 de marzo de 2007

El nuevo faro de Bilbao


El nuevo San Mamés será un estadio de vanguardia integrado de forma armónica en las calles de la Villa y con la meta de que se convierta en motor social y económico para la ciudad

Un estadio de vanguardia que se convierta en otro símbolo para Bilbao, y no sólo para los aficionados del Athletic. Son los dos principales vectores que han guiado a los arquitectos de ACXT Idom a la hora de elaborar el proyecto básico de un coliseo que, de cumplirse las previsiones y tras el espaldarazo de los socios compromisarios en la asamblea extraordinaria, será una realidad en septiembre de 2012. Desde un principio el club rojiblanco miró a la liga de Alemania, sobre todo, y también a las de Holanda e Inglaterra para diseñar un estadio integrado armónicamente en las calles de la ciudad que no sólo tenga vida los días de partido, sino que se convierta en un motor social y económico que revierta en las arcas urbanas y, por supuesto, en las del Athletic.

Las referencias a campos ultramodernos como el del Schalke 04 y el del Bayer de Múnich permitían a los seguidores hacerse una ligera idea de cómo podía ser el embrión del futuro San Mamés, al menos en cuanto a su forma y estructura. Pero fue su revestimiento lo que más impresionó en el acto oficial de presentación de las maquetas, celebrado de forma simbólica hace dos semanas bajo la tribuna este del actual estadio. El perímetro y la cúpula del futuro recinto deportivo estarán recubiertos de escamas de cristal que realzarán su transparencia. Así, los peatones podrán ver las galerías de las tres plantas que dan acceso a las gradas y los seguidores, desde dentro, las avenidas adyacentes y la ribera de Deusto.

Cinco estrellas

Será otro 'faro' de la capital vizcaína que dispondrá de todos los servicios propios de los estadios cinco estrellas, los únicos capaces de acoger finales de competiciones internacionales. Será por tanto una monumental urna acristalada con capacidad para casi 56.000 espectadores que costará entre 180 y 200 millones de euros y que, según la junta directiva, situará al Athletic a la vanguardia del fútbol europeo. Y es que el diseño original, que podría sufrir modificaciones cuando se adjudique el proyecto de construcción, contempla la habilitación de un museo, un gimnasio, un restaurante de renombre, locales permanentes para reuniones, guardería, una tienda, un centenar de palcos VIP, salas 'business'...

Algunas de estas instalaciones serán flotantes. Es decir, estarán suspendidas sobre unos miradores de un intenso color rojo -visible desde bastantes metros de distancia- que sobresaldrán de las fachadas y que tendrán grandes ventanales. Será complicado, pero los arquitectos también buscarán que el futuro coliseo mantenga el llamado 'efecto presión', siempre presente en el vetusto San Mamés. El terreno de juego tendrá 105 metros de largo y 68 de ancho y, siempre que sea de noche y el Athletic marque un gol, varios focos lanzarán fogonazos intermitentes hacia el exterior para que todos conozcan la buena noticia. Pero eso será en 2012.

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