martes, 13 de mayo de 2014

El arco de San Mamés llega a Lezama

LOS PRIMEROS CUATRO TROZOS INICIARON SU TRASLADADO EN DOS CONVOYES ESPECIALES AL FILO DE LA MEDIANOCHE

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U. MUÑOZ


Los primeros cuatro trozos del arco del viejo San Mamés ya descansan en la que será su nueva casa. De madrugada, con más problemas de los previstos, para no perjudicar el tráfico y agilizar las maniobras, dos convoyes especiales iniciaron el traslado a las instalaciones deportivas de Lezama de algunas partes del que durante más de medio siglo fue el santo y seña de La Catedral . Una vez concluidas las obras, que se prevén que se prolonguen hasta mediados de julio, este símbolo para buena parte de la parroquia rojiblanca dará la bienvenida a todo aquel que se acerque por la factoría del Athletic. Después de permanecer varios meses en la empresa Lointek, situada en Urduliz, donde la estructura de acero de 200 toneladas de peso y más de cien metros de longitud ha sido sometida a un pormenorizado lavado de imagen -un saneamiento necesario tras asistir impasible a todo tipo de envites climatológicos y centenares de partidos presidiendo la antigua Tribuna Principal-, este ingenio arquitectónico comenzó su último viaje.


Tal como adelantó este periódico el pasado 26 de febrero, el arco descansará en Lezama. Será colocado en el aparcamiento situado junto al campo 2, donde disputa sus partidos el Bilbao Athletic, enfrentado a la tribuna Piru Gainza. Desde primera hora de la mañana de ayer, el aparcamiento fue acotado por varias vallas para depositar las diferentes partes de la mítica estructura que en los próximos días irán llegando desde Urduliz. Debido a la dificultad que los convoyes especiales tienen para acceder a las instalaciones del Athletic, donde la carretera es especialmente estrecha, una excavadora permaneció durante toda la jornada ampliando la salida del aparcamiento grande para que los camiones pudieran entrar directamente desde la carretera general tras completar los 25 kilómetros que separan Urduliz de Lezama. En los pabellones de Lointek, donde los doce trozos en los que fue dividido el arco tras dejar el viejo San Mamés lucían blancos y brillantes -han dejado atrás las imperfecciones con las que llegaron el pasado verano-, el trabajo para colocar las enormes piezas en los camiones se prolongó durante horas. Varios operarios, ayudados de una grúa de grandes dimensiones, actuaron con especial mimo . La mudanza arrancó tarde y con problemas por mor de vehículos aparcados que obstaculizaban el transporte.



PODRÍA DAR COBIJO A UNA GRADA El arco, que tiene quince metros de altura, se elevará cinco metros respecto al suelo de cara a permitir la construcción en el futuro de una posible grada bajo su estructura. En principio, donde ahora se aposenta el aparcamiento principal de Lezama, se levantará otro terreno de juego, que supondría el octavo en las instalaciones de Lezama.

Fuente: DEIA

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