Los constructores del nuevo San Mamés esperan que esté listo para el próximo mes de septiembre y el Athletic Club no tenga que jugar ningún partido como local fuera de Bilbao en un estadio prestado, según fuentes de la ingeniería IDOM que realiza las obras.
El Athletic levanta el nuevo San Mamés al lado del actual con el objetivo de llegar al inicio de la temporada que viene con el campo listo para albergar a 36.000 personas, el número de socios actuales. Un objetivo viable, según estas fuentes, al no haber previstos partidos en verano -"por desgracia, no parece que vayamos jugar en Europa", apuntan las fuentes-, y disponer de margen hasta finales de agosto.
Solicitando jugar el primer partido de liga fuera y con el parón para que jueguen las selecciones de primeros de septiembre, hay tiempo hasta mediados de septiembre para terminar las obras previstas y no tener que "peregrinar" a otros campos. El plazo se podría apurar aún más si el Athletic solicita una permuta del segundo partido de liga, para jugarlo fuera; luego jugaría el tercero también fuera y no tendría que disputar un encuentro en el nuevo estadio hasta la cuarta jornada, ya prácticamente en octubre.
El nuevo campo partirá con 36.000 espectadores de los 53.000 que va a tener cuando esté terminado, en la temporada 2014-2015. Tendrá tres gradas: la inferior, para veinte mil espectadores, la intermedia -con los palcos VIP- para tres mil, y la superior, para treinta mil.
El actual San Mamés empezará a tirarse a primeros de junio, después de un partido de despedida del campo. En cuanto se derribe, empezarán las obras para cerrar el nuevo estadio, cuya cuarta y última tribuna va sobre terrenos del actual campo. Los constructores esperan que el nuevo campo mantendrá el efecto "bombonera" tan apreciado en el actual San Mamés por la cercanía del público al terreno de juego. No podrá ser igual que ahora, pero las gradas estarán cerca: a seis metros del terreno de juego en las bandas y a siete metros detrás de las porterías.
La otra característica que ayudará a conseguir un efecto "bombonera" es la fuerte inclinación de las gradas, muy verticales, lo que visto desde el césped "estrecha" el espacio y "acerca" al público. El estadio contará además con iluminación exterior, algo que se había puesto en duda por el coste.
Fuente: Marca
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