A tres años de su desaparición, EL CORREO repasa los instantes estelares de San Mamés
JUANMA MALLO.-
Ha visto de todo en su casi centenaria vida. Sufre los achaques propios de la edad, pero a sus 97 años conserva múltiples recuerdos, como esos abuelos entrañables. San Mamés se acerca a su jubilación. En el curso 2013-14, a tiempo para celebrar ese siglo de existencia, dará paso a un estadio más moderno, acorde con los tiempos actuales. Sin embargo, en el imaginario rojiblanco, en la memoria de los fieles aficionados del Athletic, siempre se conservarán días de gloria, de triunfos, de pasión -también algunos de agonía-, que la vetusta 'Catedral' ha ofrecido sobre su rectángulo verde. Han sido tardes inolvidables, con un público que convierte las gradas en una caldera, volcado por unos colores, por algo más que un equipo de fútbol. Y cinco días después de la colocación de la primera piedra de la futura casa del Athletic, a escasos metros de San Mamés, EL CORREO ha recuperado nueve capítulos esenciales en la historia de este escenario sin parangón y recuerda cómo contaron esos momentos nuestros cronistas rojiblancos de la época.
21 de agosto de 1913
Un «entradón colosal» para su inauguración
Con un entradón colosal en todas las localidades, pues las de preferencia quedaron agotadas a primera hora de la tarde, se inauguró el nuevo campo del Athletic. De San Sebastián, Irún y otros puntos acudieron a presenciar el 'match' muchísimos aficionados. El aspecto del campo era brillantísimo. Todo el Bilbao elegante había recalado allí. En la prolongación de la Gran Vía dos largas filas de automóviles denotaban que habían sido portadores de las más distinguidas familias veraneantes en las playas próximas (...). Todos convenían en que el nuevo campo, por su situación y comodidades, era realmente espléndido.
A las 5 y 20 forman los equipos (...). A los cinco minutos de comenzado el partido, recoge Moreno la pelota, y pasa a Acero, quien con mucha precisión devuelve la pelota a aquél y, desde lejos, lanza Moreno un colosal 'shot' atravesado, colocando la pelota dentro de la red por uno de los rincones. Suena una estruendosa ovación, que es dedicada a Belauste, que colocó de modo admirable la pelota en el terreno contrario, a Acedo y a Pichichi.
(...) Patricio se hace con la pelota, y con su famoso 'dribling', llega el 'goal' (...). Termina el partido con el empate a un 'goal'. Y hasta hoy por la tarde, caro lector, que nos encontraremos de nuevo en el campo del Athletic.
8 de mayo de 1921
Primera final de Copa en Bilbao, con triunfo local
En la maravillosa tarde de primavera, la amplia vía que conduce a San Mamés presenta admirable aspecto. Bilbao pone a la solemnidad deportiva que se celebra el marco adecuado, y es la prolongación arteria pletórica de gente que, a pie, en coches, en 'autos', en 'motos', en tranvías, se dirige hacia el campo en el que se ha de decidir el campeonato. ¡Campo de San Mamés!... En la mente de todos los aficionados reviven recuerdos, ya casi lejanos, de épicas hazañas, de horas de emoción intensa, de inconfesables vibraciones de nervios. Y, sin embargo, en este campo hermoso, que va envejeciendo cubierto de gloria, no se había luchado todavía una final de campeonato. Por eso, la fecha del 8 de mayo de 1921 quedará grabada con caracteres de oro en el calendario deportivo de Bilbao.
El campo ofrece un golpe de vista verdaderamente admirable. La entrada es la mayor que se ha conocido desde que se inauguró (...). La recaudación se aproxima a las 10.000 pesetas, el número de espectadores se calcula en 10.000 (...).
Desde los primeros momentos notamos en los jugadores esa nerviosidad característica en estos acontecimientos (...). Pichichi, que comienza a animarse (...). Pasa la pelota a Chomin, quien centra, volviendo la pelota al mismo y en la misma línea de falta centra, recogiendo Laca, 'shuta' hábilmente y marca el primer tanto. Son las 4.50, faltando aún catorce minutos para terminar el primer tiempo. Los bilbaínos se animan.
(...). Y con un completo dominio de Bilbao, termina la final de la temporada 1920-21, quedando campeón de España el Athletic Club.
8 de febrero de 1931
Inolvidable y legendaria goleada al Barça (12-1)
En treinta años de fútbol no hemos visto nada tan extraordinario como los primeros minutos de juego del Athletic en su partido del domingo. Tan pronto como se puso en juego la pelota salió a relucir esa difícil facilidad de una línea delantera que crea y remata como nunca hubo otra. Bien jugando sobre un ala, bien llevando el juego por el centro, o cargando el balón a la otra ala, el Athletic, en unos pocos minutos, matizó el fútbol perfecto. En el campo había otro equipo de técnica depurada. Pero ese otro equipo se vio tan anulado en estos minutos, que todos los espectadores recibimos la sensación de que sólo jugaban los de la camiseta roja y blanca (...).
Merece la pena recordarlos, porque si bien de que nos lean los admiraron al igual que nosotros, no es tan fácil recordarlos. Y vamos a recrearnos un tanto con su recuerdo. Después de maravillosas jugadas al minuto de comenzar el encuentro, Muguerza y Chirri mandaron la pelota a Lafuente. Éste avanzó, centró y Bata, oportunísimo y bien colocado, marcó de cabeza limpiamente (...).
Un 'córner' de Lafuente remató Roberto de cabeza (nos pareció este jugador), señalando el tercero (...). La segunda comenzó marcando Pichi, de un gran tiro de lejos y por alto, el séptimo (...). El decimosegundo fue un tiro fortísimo de Chirri, detenido débilmente, aprovechando Iraragorri para fusilarle, terminando con esto el partido.
16 de enero de 1957
Épica victoria sobre el United bajo la nieve (5-3)
Un breve protocolo de cambio de banderines, tras el saludo de rigor, y a jugar. Había comenzado a caer una nieve tenue, vergonzosa, y el terreno de juego apenas disfrazaba su humedad bajo la hierba. Puesto en juego el balón, avanzó el Manchester desde muy atrás, llevando Foulkes la pelota para lanzar el primer disparo. Y enseguida Byrne... (...). Pero el equipo bilbaíno se asentó pronto en el campo e inició lo que había de ser su norma. ¡Combatir, combatir...! (...).
A los tres minutos recogió Merodio un despeje de Etura y se fue adelante. Le arrebató la pelota Jones, pero insistió Merodio en la disputa y del rebote fue el balón a Uribe, que acechaba, y metiendo el pie lograba el primer tanto (...). Arteche, desde el lado izquierdo, pasó raso al centro, y allá fueron al balón tres o cuatro hombres bilbaínos, produciendo desorden y aprovechando otra vez Uribe para marcar el segundo gol. Y antes de terminar la primera parte, al ejecutar Gainza un córner, Marcaida ganaba el tercero... ¡Tres a cero al Manchester! (...). Y antes de los diez minutos, en un golpe franco cerca del área, lo aprovecha Viollet para hacer el segundo tanto y provocar una nube de pesimismo (...).
El campo, ya muy nevado, favorece a los ingleses (...). A los 25 minutos, consecuencia de un córner de Gainza, Merodio marca el cuarto gol y respiramos profundamente... Diez minutos después, y siempre combatiendo, hay una falta a Uribe, que ejecuta Gainza y remata Arteche, logrando el quinto (...).
18 de mayo de 1977
A un paso de la UEFA ante una 'Juve' rácana (2-1)
5Acaso, anoche, decidió la experiencia de los juventinos, por encima de sus menguadas fuerzas, de sus nulas ambiciones -casi puede afirmarse que hicieron un remate... y un gol- y por encima también del tesón, la raza, la bravura de los bilbaínos. Peleó el Athletic con fe -salvo en unos nerviosos comienzos de la segunda parte-, pero era mucha muralla, descarada muralla, ese tremendo 'catenaccio' en el que se atrincheraron los once jugadores italianos (...).
Decidió el gol de Bettega, porque la Juventus tuvo la suerte de salir a marcar en los primeros minutos y Lasa les ayudó con su monumental despiste, dejando cabecear al goleador extremo juventino. Tuvo suerte, mucha suerte, la Juventus. Pero también oficio, mucho oficio, mucho temple, para aguantar como hiciera el continuo asalto de los leones.
Allá, en el Comunale, y aquí, en San Mamés, se ha mostrado el Athletic, con todo, como más equipo, más fuerte, más valiente que la Juventus (...). Romper por dos veces esa muralla, provocar un clarísimo penalty -minuto 39, zancadilla flagrante a Churruca dentro del área- que debió significar su primer título europeo, arrollar al equipo campeón (...). Bravo, Athletic. Y formidable el público de San Mamés, que se olvidó de todo, de sus penas, de su dolor, para apoyar decididamente a los 'leones', dando al tiempo una exquisita lección de deportividad para con los jugadores y seguidores juventinos. Anoche, acaso, fuera ésa la gran victoria rojiblanca...
16 de junio de 1982
Inglaterra 'funde' a Francia en el Mundial
6A Francia le abandonó ayer el desodorante en el infierno de San Mamés. Inglaterra sólo necesitó usar y abusar de sus tradicionales y asombrosos pases largos para destrozar la débil estructura defensiva montada por Michel Hidalgo. El conjunto galo es flojo, muy flojo atrás. 'Madres' en retaguardia y Michel Platini a medio gas. El 'crack' de la Juventus tuvo que resignarse al papel de segundón (...). Partido mediocre, sumido entre las brasas de treinta y cuatro grados. Lo mejor, el ambientazo, a pesar de los incidentes anglo-franceses y del impresionante dispositivo de protección policial.
El silbato de Antonio José Da Silva Garrido apenas había dejado de sonar y Francia ya hizo el primer regalo de la tarde. Bryan Robson en papel de goleador oportunista cuando se cumplen treinta segundos (...). El 'paté' francés se derritió con tres goles en contra y el agotamiento de tándem Plantini-Giress (...). Entre el sopor, la 'caló' y un día excelente para la casa 'Coca-Cola', el conjunto isleño pone un pie en la segunda fase del M-82. Bilbao abre campeonato con pronósticos cumplidos, invasión extranjera y despedida francesa.
29 de abril de 1984
Gol 3.000 del Athletic y título de Liga ante la Real
7Clemente y su Athletic, el Athletic de todos los vascos, acaba de subir una nueva estrella al firmamento rojiblanco. El sol athlético brilló con más fuerza que nunca. Once jabatos con alma de hierro y miles y miles de vascos, 'borrachos' de orgullo y plenos de satisfacción, estallaron de júbilo. ¡Campeones, campeones, campeones! Más que eso, ¡bicampeones! (...). El esfuerzo ha sido grande, pero el premio merecía la pena (...). Seguro que para la Real, para todos los guipuzcoanos, ha sido una derrota agridulce.
Veintisiete años esperando y ahora... dos títulos en un año (...). Y decían las malas lenguas que el partido estaba 'amarrado'. ¡La madre del amor hermoso! Que se lo digan a los corazones rojiblancos que sufrieron más que nunca. O los jugadores blanquiazules son unos actores que merecen el oscar de interpretación (...). ¡Uff...!, la parroquia athlética tragó más saliva que nunca cuando Pedro Uralde cabeceó un centro de Larrañaga para terminar batiendo a Zubizarreta. Quedaban veintidós minutos para el final y el Barcelona ganaba en el Nou Camp (...).
¡Qué diez minutos hasta que Liceranzu volvía a batir a Arconada (era el gol 3.000 del Athletic en la Liga) a falta de doce para el final! (...). El testarazo de Liceranzu, en precioso servicio de Argote a la salida de un córner, era el premio de la constancia de unos hombres quizá atenazados por la responsabilidad y los nervios, pero acreedores a una recompensa a la que sumaron más méritos que nadie. ¡Respiró San Mamés! El título volvía a estar en sus manos.
15 de mayo 1998
A la 'Champions'; el mejor colofón al Centenario
8Cerca ya de la medianoche, el Athletic reivindicó ayer su grandeza en la Liga de Las Estrellas. Mejuto González pitó el final del partido y San Mamés, que había sido una caldera de vapor durante noventa minutos, estalló con la victoria de su equipo. Catorce años después, el Athletic regresaba a la Copa de Europa. Los jugadores de Luis Fernández, un dechado de fortaleza, lograron así el mejor colofón posible a la temporada del Centenario; hacerla inolvidable (...).
Su recuerdo se detendrá en el minuto 40 del partido entre el Athletic y el Zaragoza. Y verán a Joseba Etxeberria (...) controlar un rechace del larguero cerca del punto de penalti y alojarlo en la red con una templanza de estrella. Fue un partido -una victoria- agónica, merecida de verdad por un equipo indesmayable (...). Ya antes del encuentro, todo eran vibraciones positivas. Bastaba con observar las gradas de San Mamés teñidas de rojiblanco o escuchar el rumor de tantos corazones desatados. Era un día grande. Tan grande como el que más (...).
Los rojiblancos, ya de salida, optaron por su vena más épica. Influidos por el ambiente, que era como para poner la carne de gallina al más escéptico, salieron dispuestos a dejarse la piel en cada rechace, en cada balón dividido. El público, por supuesto, rugía (...). Su entrega se vio recompensada en el minuto 40 (...), el rechace posterior supo aprovecharlo Etxeberria (...).
Había que sufrir. Estaba escrito en el destino. A la gloria nunca se llega por un camino fácil. Pero hasta eso -las taquicardias y los sustos- merecieron la pena. Fue, sin duda, la noche más hermosa.
4 de marzo de 2009
Tras 24 años, a la final de Copa de forma memorable
9Ha habido que esperarle 24 años, pero el rey de Copas ya está de nuevo aquí, entre nosotros, encarnado en un Athletic memorable que ayer firmó una de esas gestas que figurarán ya para siempre en la historia del club; en ese libro de oro que se lleva escribiendo desde hace 111 años. Fue una noche de poder y de gloria que terminó como no podía ser de otra manera. Mejuto González pitó el final del partido y la caldera a presión que fue San Mamés durante los 95 minutos se desbordó. El público invadió el campo (...).
Hay que saber calibrar, por tanto, el enorme valor de la victoria que consiguió el equipo de Joaquín Caparrós. La trascendencia del 3-0 va más allá de la satisfacción que supone volver a disputar una final de Copa y jugar en Europa la próxima campaña. Lo verdaderamente importante es lo que este triunfo tiene de esperanza en el futuro y de reafirmación de un club especial (...). Pocas veces se ha visto San Mamés en un estado semejante de ebullición. Este cronista, al menos, no alcanza a recordar un ambiente tan apasionado en 'La Catedral'. Hubo muchos momentos en los que los jugadores ni siquiera podían escuchar el silbato del árbitro, sepultado entre el griterío de una gradas entregadas como nunca (...).
Es de suponer que José María del Nido, el presidente del Sevilla, habrá extraído una lección después de lo visto. El público (...) no dejó de recordarle sus declaraciones de la víspera, cuando dijo que su equipo se iba a comer al león de la melena hasta el rabo (...). La superioridad rojiblanca fue total (...) hasta llegar al pitido final conservando ese 3-0 con el que hicieron historia.

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