viernes, 28 de mayo de 2010

«Es la primera piedra de nuestro futuro»

Macua dice que el nuevo San Mamés constituye un «auténtico proyecto de país» El presidente califica de «emocionante» el inicio de la obra, un momento que une «pasado, presente y futuro del Athletic» 

ROBERT BASIC.-


Cápsula temporal. En suelo del solar
se enterró una urna de cristal con una
camiseta del Athletic, un periódico,
raíces del árbol de Gernika, lápiz USB,
una agenda y una bandera de Vizcaya.
La primera piedra del nuevo San Mamés ya descansa en el solar donde en breve se mezclará el ruido de las máquinas con el cemento y los sueños, material hecho de ciencia y sentimiento, para tender los puentes entre el «pasado, presente y futuro del Athletic». Fernando García Macua bendijo ayer el inicio de las obras de la infraestructura con un discurso apoyado en dos patas: la de la modernidad, imprescindible para avanzar en la era globalizada, y la de la tradición, espejo de otros tiempos que devuelven una imagen nítida gracias a un modelo singular. «Es un momento especial para todos nosotros», subrayó el presidente del club rojiblanco, que reivindicó la vigencia de una filosofía «ni mejor ni peor que la de los demás, sino diferente». La misma que ha empujado con fuerza hasta alumbrar la criatura, «un auténtico proyecto de país, absolutamente estratégico para Bilbao, Vizcaya y Euskadi».

La primera letra de lo que acabará siendo una historia hermosa se escribió en una carpa situada a escasos metros de la 'vieja dama', orgullosa y todavía de buen ver, que deberá aguantar un poco más hasta ser relevada por la nueva 'Catedral', allá por la temporada 2013-2014. El goteo de los invitados era incesante y por la alfombra roja desfilaron auténticas leyendas del Athletic como Carmelo Cedrún y Manolo Sarabia. Otro mito, José Ángel Iribar, fue el encargado de recoger un trozo de césped del actual estadio y de entregarlo a una cadena humana formada por jugadores de todas las categorías del club, ex futbolistas, socios, simpatizantes y peñistas, que lo transportaron hasta el lugar donde se colocó la primera piedra. «Estaba nervioso porque tenía miedo de que se me rompiera», confesó el 'Chopo'. «Dejo una parte de mi corazón en San Mamés. La nostalgia vendrá un poco más tarde».

Ante una carpa abarrotada por unos 300 invitados, entre representantes institucionales, viejas glorias y jugadores de la actual plantilla del Athletic, Macua proclamó con solemnidad que hoy -por ayer- «ponemos la primera piedra de nuestro futuro». Calificó el momento de «emocionante, de transición, que une el pasado, presente y futuro del Athletic». Destacó, asimismo, que la losa que quitó Iker Munian de la fachada de San Mamés «representa a los que sentimos el Athletic, nuestra tradición y nuestro orgullo de pertenencia, nuestra cantera y filosofía, en definitiva, nuestra esencia».

Entierro de la urna
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando el socio más joven, Eneko Vivanco, de 28 días y en brazos de su padre, y el más veterano, Federico Urieta, depositaron la primera piedra y el trozo de césped en el lugar donde se levantará la futura 'Catedral'. También se enterró una urna de cristal que contenía una camiseta del Athletic, una agenda, el periódico 'Bilbao', pins de las peñas, un lápiz USB con los nombres de todos los socios, una bandera de Vizcaya y las raíces del árbol de Gernika. Cimientos que sostendrán el peso de un proyecto que, en palabras de Macua, supone un «salto cualitativo y cuantitativo estructural para la supervivencia» de un club centenario con vocación de continuidad.

El presidente del Athletic trufó su alocución con continuas referencias a las instituciones que respaldaron la construcción del nuevo campo. Puso el acento sobre todo en la Diputación de Vizcaya y en la figura del diputado general, José Luis Bilbao, «que mostró desde el principio el compromiso con este plan», y en los rectores de la BBK, «que no dudaron de la idoneidad del proyecto y le dieron su apoyo desde sus inicios». Tras repasar y elogiar su papel en todo el proceso, desde el germen de la idea, tuvo unas palabras para el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco, los últimos en sumarse a la sociedad San Mamés Barria, «sin cuyo apoyo y presencia» la viabilidad de la infraestructura «no sería posible».

Está previsto que los primeros partidos se jueguen en el nuevo campo en la temporada 2013-2014, cuando aún no esté construido en su totalidad, y se estima que las obras concluirán en 2015. Costará unos 175 millones de euros y tendrá una capacidad para 53.000 espectadores. Pues bien, una vez reconocida la labor de las autoridades, en perfecta sintonía bajo la carpa, Macua quiso referirse a la masa social del club. El futuro San Mamés, según el presidente, «necesita un motor, un elemento dinamizador que plasme todos nuestros anhelos (...). Ese motor es el Athletic y sus socios y aficionados».

Macua no quiso olvidarse de nadie y recordó en un momento «muy especial» a las antiguas juntas directivas, sus presidentes, ex jugadores y técnicos, y los cobijó bajo un enorme paraguas rojiblanco. «Quiero destacar que el Athletic pertenece a todos porque el día que no sea de todos, y sentido como propio por todos, perderá buena parte de su esencia». Resaltó el carácter «universalmente transversal» del club, que le imprime una fortaleza a la que «ni queremos ni nos podemos permitir el lujo de renunciar».

Ante los máximos representantes de las instituciones vascas y su junta directiva, el abogado bilbaíno reivindicó la singularidad del modelo rojiblanco. «Una filosofía de entender y vivir el fútbol, que mantendremos hasta que los que somos el Athletic decidamos». Abogó por abrazar la «modernidad, innovación e inconformismo» como claves para buscar la excelencia y puso en valor una vez más el proyecto del nuevo San Mamés. Una arteria por la que brotan los sentimientos de miles de personas.

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