El Athletic pedirá un crédito de 40 millones de euros para la construcción del nuevo San Mamés que prevé amortizar con el dinero que aporten el 80% de los nuevos socios, según ha podido saber EL CORREO. El club aspira a elevar su número de abonados desde los 34.373 actuales a una cifra que rondará los 45.000. En estos momentos, hay cerca de 5.100 hinchas en lista de espera para hacerse con un carnet de socio. La entidad rojiblanca no tiene ninguna duda de que el efecto del nuevo estadio le permitirá llegar al número deseado de abonados.
La operación financiera se conoce con el nombre de titularización. Consiste en cambiar una cantidad adelantada por un banco por los ingresos recurrentes garantizados durante un número de años. Las fuentes consultadas explican que las negociaciones están muy avanzadas.
El club aspira a hacer un número de nuevos socios que oscilará entre los 9.000 y 10.000. En base al dinero que garanticen en unos cuantos años se organizará la operación financiera que permita a la entidad hacer su aportación dineraria a la sociedad San Mamés barria. Los otros integrantes de la misma son el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Vizcaya y la BBK.
La fórmula que ha buscado la junta directiva consiste en que los socios paguen sus cuotas, pero el club cedería sus derechos de cobro a la entidad que adelantará los 40 millones de euros. Es decir, el dinero no irá a las cuentas corrientes de Ibaigane sino a la amortización del préstamo.
Para el Athletic tiene ventajas económicas sustanciales. De un lado, no precisa hipotecar su futuro económico. Además,tiene a su favor que no necesita destinar todo el dinero de las cuotas de los 10.000 nuevos socios a la financiación del nuevo campo. Las fuentes consultadas por este periódico indican que en realidad bastará con dedicar los ingresos que aporten alrededor de ocho mil de esos nuevos socios. De esta forma, el dinero que se ingrese de los dos mil restantes irá directamente a las cuentas del club, que así podrá contar con mayores presupuestos anuales. En todo caso, el número exacto de socios como el de años que deben amortizar queda por definir. En el segundo caso podrían ser alrededor de diez años.
El planteamiento es totalmente nuevo. Ha sido elaborado por la junta, que se ha marcado como objetivo que la operación de levantar el nuevo San Mamés no estrangule económicamente a la entidad. Al contrario, al reservarse los ingresos de alrededor de dos mil socios tiene en sus manos una nueva palanca para el acopio de mayores recursos. Además, el diseño del nuevo estadio permitirá a la directiva explotar una nueva fuente de recursos, los palcos vips.
La primera piedra de San Mamés se espera colocar este mismo año. Las previsiones indican que el costo total rondará los 220 millones de euros. Entre los tres socios, el club es, con sus 40 millones, quien menos aportación monetaria realiza, pero es que la entidad pone además el solar de San Mamés.
El Gobierno vasco
El análisis económico-financiero realizado por San Mamés barria revela que el proyecto tendrá problemas para ser viable si no se produce en él la implicación del Gobierno vasco, invitado a entrar en la sociedad pero que de momento no se ha pronunciado oficialmente. De hecho, el presidente insistió ayer en declaraciones a este periódico en pedir al Ejecutivo autónomo que se invloucre en la financiación. «El Gobierno tiene claramente competencias en este asunto y además el territorio histórico de Vizcaya aporta cantidades importantes a los presupuestos de la comunidad autónoma». Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, realizó recientemente una petición similar.
A principios de enero, la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, afirmó que el Gobierno autonómico mantenía «conversaciones» para su posible participación en la construcción del nuevo San Mamés. Azkarate explicó entonces que, en este tipo de cuestiones, el tripartito ha de guiarse «por el criterio de utilidad pública», por lo que analizaba «cómo conjugar» una eventual participación en la sociedad San Mamés barria. Tres meses después no se conoce la decisión final.
Otro de los asuntos sustanciales en estos momentos es definir el aforo del nuevo estadio. El plan original recogía 55.000 espectadores, 15.000 más que el actual campo. Sin embargo, la junta cree que se puede ir más allá y llegar a los 57.000. Estas dos mil nuevas localidades ofrecen un importante colchón de ingresos permanentes.
Sin ir más lejos, si se vendieran a lo largo de una campaña a un precio medio de sesenta euros, garantizaría a la entidad rojiblanca cerca de 2,5 millones más de recaudación por temporada. Para la junta, la diferencia es sustancial. Sobre todo si se atiende al hecho de que el coste de construcción de un estadio de 55.000 localidades es muy similar al de uno de 2.000 más. Los ingenieros de IDOM trabajan ya en el diseño definitivo de San Mamés barria, en el que se recoge esta ampliación.
La operación financiera se conoce con el nombre de titularización. Consiste en cambiar una cantidad adelantada por un banco por los ingresos recurrentes garantizados durante un número de años. Las fuentes consultadas explican que las negociaciones están muy avanzadas.
El club aspira a hacer un número de nuevos socios que oscilará entre los 9.000 y 10.000. En base al dinero que garanticen en unos cuantos años se organizará la operación financiera que permita a la entidad hacer su aportación dineraria a la sociedad San Mamés barria. Los otros integrantes de la misma son el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Vizcaya y la BBK.
La fórmula que ha buscado la junta directiva consiste en que los socios paguen sus cuotas, pero el club cedería sus derechos de cobro a la entidad que adelantará los 40 millones de euros. Es decir, el dinero no irá a las cuentas corrientes de Ibaigane sino a la amortización del préstamo.
Para el Athletic tiene ventajas económicas sustanciales. De un lado, no precisa hipotecar su futuro económico. Además,tiene a su favor que no necesita destinar todo el dinero de las cuotas de los 10.000 nuevos socios a la financiación del nuevo campo. Las fuentes consultadas por este periódico indican que en realidad bastará con dedicar los ingresos que aporten alrededor de ocho mil de esos nuevos socios. De esta forma, el dinero que se ingrese de los dos mil restantes irá directamente a las cuentas del club, que así podrá contar con mayores presupuestos anuales. En todo caso, el número exacto de socios como el de años que deben amortizar queda por definir. En el segundo caso podrían ser alrededor de diez años.
El planteamiento es totalmente nuevo. Ha sido elaborado por la junta, que se ha marcado como objetivo que la operación de levantar el nuevo San Mamés no estrangule económicamente a la entidad. Al contrario, al reservarse los ingresos de alrededor de dos mil socios tiene en sus manos una nueva palanca para el acopio de mayores recursos. Además, el diseño del nuevo estadio permitirá a la directiva explotar una nueva fuente de recursos, los palcos vips.
La primera piedra de San Mamés se espera colocar este mismo año. Las previsiones indican que el costo total rondará los 220 millones de euros. Entre los tres socios, el club es, con sus 40 millones, quien menos aportación monetaria realiza, pero es que la entidad pone además el solar de San Mamés.
El Gobierno vasco
El análisis económico-financiero realizado por San Mamés barria revela que el proyecto tendrá problemas para ser viable si no se produce en él la implicación del Gobierno vasco, invitado a entrar en la sociedad pero que de momento no se ha pronunciado oficialmente. De hecho, el presidente insistió ayer en declaraciones a este periódico en pedir al Ejecutivo autónomo que se invloucre en la financiación. «El Gobierno tiene claramente competencias en este asunto y además el territorio histórico de Vizcaya aporta cantidades importantes a los presupuestos de la comunidad autónoma». Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, realizó recientemente una petición similar.
A principios de enero, la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, afirmó que el Gobierno autonómico mantenía «conversaciones» para su posible participación en la construcción del nuevo San Mamés. Azkarate explicó entonces que, en este tipo de cuestiones, el tripartito ha de guiarse «por el criterio de utilidad pública», por lo que analizaba «cómo conjugar» una eventual participación en la sociedad San Mamés barria. Tres meses después no se conoce la decisión final.
Otro de los asuntos sustanciales en estos momentos es definir el aforo del nuevo estadio. El plan original recogía 55.000 espectadores, 15.000 más que el actual campo. Sin embargo, la junta cree que se puede ir más allá y llegar a los 57.000. Estas dos mil nuevas localidades ofrecen un importante colchón de ingresos permanentes.
Sin ir más lejos, si se vendieran a lo largo de una campaña a un precio medio de sesenta euros, garantizaría a la entidad rojiblanca cerca de 2,5 millones más de recaudación por temporada. Para la junta, la diferencia es sustancial. Sobre todo si se atiende al hecho de que el coste de construcción de un estadio de 55.000 localidades es muy similar al de uno de 2.000 más. Los ingenieros de IDOM trabajan ya en el diseño definitivo de San Mamés barria, en el que se recoge esta ampliación.
Fuente: El Correo Digital
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