martes, 26 de febrero de 2013

Ocurrió en aquel derbi en San Mamés

El primer duelo contra la Real en 'La Catedral', el primero televisado... EL CORREO repasa visitas donostiarras singulares

JUANMA MALLO | BILBAO.-

Liceranzu mete el gol 3000 del Athletic y que valió por una Liga
El vetusto San Mamés acoge el viernes su último derbi. Se despide de uno de los encuentros que más pasión desata. De esos duelos entre el Athletic y la Real en los que la adrenalina se dispara en el césped y en las gradas. Las dos principales escuadras vascas han medido sus fuerzas en 65 ocasiones en "La Catedral", con un balance favorable para un equipo rojiblanco ahora agobiado por las urgencias. Los bilbaínos han superado a sus vecinos en el 57% de los partidos (37). El primer triunfo que huyó de Bizkaia se produjo en 1933 en la que fue la quinta confrontación en el torneo de la regularidad. Poco después, en 1935, se forjó la mayor goleada a favor de los propietarios de un campo que no alcanzará su centenario (7-0) por unos meses. El CORREO ha recuperado aquellos duelos pioneros - el primero televisado, el primero en el que hubo expulsiones- para homenajear los derbis de "La Catedral". Y tampoco se puede olvidar, por supuesto, ese choque en el que Liceranzu dio el título de Liga a los locales con una diana que pasó a la historia también por otro motivo: ser el gol 3.000 de un grupo con 115 años.

Primer derbi en San Mamés (4-2) 28 -IV- 1929

«Otra gran tarde de "Pichi" Garizurieta»

El Athletic marchaba tercero. Décima jornada. Sin embargo, el juego de la escuadra dirigida por Máximo Royo no era brillante, a juicio de Karomte, cronista de "El Pueblo Vasco". «Es preciso confesar que el Athletic es un equipo desigual. Tan pronto realiza una jugada de categoría, como nos decepciona con una serie de titubeos e indecisiones inexplicables», arrancaba. De hecho, el resumen del partido comenzaba de esta manera singular: «Lo de menos fue el "match", que en verdad nos entretuvo, con instantes de marcada emoción. De esa emoción que tan pocas veces se nos proporciona hoy. (...). Tuvo momentos de aquellas clásicas luchas Athletic-Real de imborrable recuerdo (...). El partido tuvo una primera parte favorable al Athletic, en lo que hace al dominio. Sin embargo, el tanteador fue para los forasteros, con dos a uno. El segundo tiempo, con viento en contra para los de casa la contienda fue muy nivelada, pasando ambas metas por los más serios apuros y destacando el trabajo de Izaguirre (meta de la Real), que paró mucho y bien. Sin embargo, unas jugadas de acierto en los nuestros les valió tres tantos, los dos ú1timos de irreprochable factura». Fue el primer duelo en "La Catedral", y también la primera remontada rojiblanca. 0-2, goles de Cholín y Kiriki. Luego, Unamuno I, por partida doble, Juanín, de penalti, y Mandaluniz dieron el triunfo a los bilbaínos.

Primera derrota (1-2) 5 -III- 1933

«Lo mal que se juega contra la "gradona"»

Había disfrutado el Athletic de mejores momentos. Fue la primera vez que la Real "robó" la victoria a los bilbaínos. «El Athletic no jugó mal. Durante toda la primera parte y durante los veinte últimos minutos de la segunda fue, no ya superior a su adversario, sino superior al Athletic de toda la temporada. Ni contra el Arenas, ni contra el Betis, ni contra el Racing, ni contra el Alavés ha jugado en su campo el Athletic tanto como el domingo. Y, sin embargo... Contra aquellos se ganó y contra el Donostia se ha perdido». Asegura Monchín, el cronista, que la escuadra de Mr. Pentland «comenzó bien, llegando hasta la puerta de Beristain con insistencia, pero sin eficacia». De hecho, se adelantaron los donostiarras en el minuto 5, por medio de Urtizberea. Pasa el tiempo: «Iraragorri, que es en estos minutos el hombre más destacado sobre el terreno, cambia el juego a Gorostiza. Centra Guillermo largo y recoge Lafuente, que templa otra vez un envío sobre la puerta. Y Bata, de cabeza, consigue el empate a los trece minutos. Hasta el final domina con insistencia el Athletic (...)». Sin embargo, la Real anotó el segundo. «A los dieciséis minutos, un centro de Larrondo lo desvía Urtizberea suficientemente para que sea el segundo "goal"». Así ganó su primer duelo de Liga en Bilbao la Real.

Mayor goleada (7-0) 3-II-1935

«La juventud del Athletic bien dirigida; actuación desagrable del Donostia»

La mayor goleada se produjo en febrero de 1935. 7-0. Para los bilbaínos. La crónica de "El Pueblo Vasco" era muy dura con los visitantes. La firma también Monchín. «Nadie podría decir que yo he hecho "tragedia" del fútbol. Las mayores "catástrofes" me han inspirado, casi siempre, una sonrisa. Y no he creído nunca que el fútbol era una guerra y, mucho menos, la guerra civil. Pero.... Los jugadores del Donostia, a lo que se advierte, disienten de mi criterio. A juzgar por su furia del domingo, me imagino que estos muchachos no vinieron en un autocar, cantando alegremente, por las curvas del camino. No... Debieron llegar a pie, por los atajos, escondiéndose tras de las matas, con un cuchillo entre los dientes. Y no es eso, el fútbol no es eso», arranca, para luego alabar la trayectoria vizcaína en casa. «27-1. Éste es el balance de los cinco partidos de Liga jugados en San Mamés por el Athletic. Cinco partidos, diez puntos. La "juventud" bien dirigida rindió frente a las púas erizadas de la defensa donostiarra una soberbia cosecha de goles».

Ya sobre el partido, el cronista destaca el arranque guipuzcoano. Pero... «El Athletic, serenamente, se oponía al ataque desmelenado jugando bien los "backs" y poniendo orden en la línea media, magnífica de colocación». En el minuto 7, Elices adelanta a los locales. Luego Bata anota el tanto que abrió su "hat-trick". Entonces, «en venganza, se recrudeció por un instante el juego irreglamentario». Al final, «la clase del Athletic se impuso sobre la de su adversario».

Primero televisado (1-1) 3-III-1968

«San Mamés se vistió de azul»

Fue el regreso de la Real a Bilbao después de cinco temporadas en Segunda. Hubo gran presencia de espectadores donostiarras en "La Catedral", en el primer derbi televisado de la historia, un domingo a las 19.30 horas, TVE-1. Comenzó mal para los bilbaínos. «A partir de los doce minutos -escribe Monchín en una crónica patrocinada por calcetines Jorigu-, el Atlético empleó la táctica de 4-2-3. No cuentes, que ya sé que falta uno. Es que se había retirado Estéfano, seriamente lesionado por un fuerte golpe en la cabeza (pasó la noche en la clínica San José, en la habitación número 22). (Por eso) A todo lo largo del primer tiempo aparecía en la defensa donostiarra un jugador más... Cuando se dieron cuenta de ello, tras el gol bilbaíno, y se llevaron a ese jugador "impar" al ataque, marcaron el empate y estuvieron a punto de marcar todavía algún otro gol. Todo esto te irá explicando la alegría del gol bilbaíno, no por el gol en sí, sino porque daban la impresión de que, marcado este gol, todo estaba hecho (...) En cuanto se marca un tanto "misión cumplida", y a esperar que el árbitro silbe el final. Menos mal que el público está allí, y trata de despertarles. Pero esta vez el que estaba allí fue el público donostiarra, que despertó precisamente a los suyos. Y vino el empate, que es justo, y bendito sea», expone Monchín.

Primero entre semana (1-2) 6-I-1972

«Los extremos no las tocan»

La tarde de Reyes de 1972 no resultó un regalo para los hinchas del Athletic. La Real se llevó el primer partido entre semana y el equipo rojiblanco, con Salvador Artigas, fue despedido «con una sonora pitada». A dos puntos del descenso, los bilbaínos sufrían. «Ni valen paliativos, ni las disculpas, ni el echarle la culpa a cualquier otro motivo. Nos ganaron porque jugaron más... o menos mal que nosotros, que para el caso viene a ser lo mismo. El Atlético de Bilbao -señala Carlos Barrena- ha perdido en San Mamés una de sus oportunidades para salir de los apuros en los que estábamos sumidos a cuenta de la Real Sociedad de San Sebastián, a cuyos jugadores tenemos que felicitar por su victoria (...). El Atlético de Bilbao jugó ayer bastante mal (...). Fue mucho peor, porque no hubo, a lo largo y lo ancho de los noventa minutos, un ordenamiento táctico, una conjunción de esfuerzos y sí un nerviosismo alucinante, un no saber cómo resolver los motivos y una alineación (nacida de las circunstancias) que no dio resultado. La Real Sociedad vino a destruir y lo consiguió. Vino a Bilbao a realizar un encuentro con posibilidades de empate y logró la victoria (...). El segundo tiempo fue una manifestación de fuerza y, al mismo tiempo, ineficacia de nuestros jugadores (...). Y así vino el segundo gol (...). Si los donostiarras manejan los sistemas defensivos como pocos equipos, piense usted lo que harían con dos goles de ventaja. El del honor bilbaíno llegó, como les he dicho, al minuto del segundo de la Real, pero de poco sirvió». Los Reyes trajeron carbón a Bilbao, con dos goles de Ansola.

Primeras expulsiones (0-1) 15-IX-1979

«Mucha Real para este Athletic»

Fue un «derbi poco fraterno», con las expulsiones de Goikoetxea e Idígoras, y en el que los "leones" de Senekowitsch «volvieron a "hacer agua" y a regalar el gol de la victoria con un fallo de Alesanco», escribe Paco Crespo, el cronista. «Apenas habíamos abierto el bloc de notas cuando un garrafal fallo de un desconocido Alesanco dejaba la puerta abierta para que Satrústegui burlara a Goicoechea y batiera sin dificultades. Esto, además de significar los dos puntos para los de Atocha, condicionó los ochenta y ocho minutos que restaban por disputarse (...). Sería un partido de fuerza. Sobre todo de entrega (...). No habría de pasar mucho tiempo para que todos nos diéramos cuenta de que la juventud y el sentido de la colocación de los blanquiazules -¡qué bien se desmarcan!- saldrían beneficiados del trance (...). Entre los fallos de Alesanco -¡qué día, chico!-, las entregas en fallo de Irureta y el marcaje de Olaizola a Dani, la Real jugó con toda la comodidad del mundo (...). Los minutos finales devolvieron la esperanza a San Mamés. El completo dominio athlético no tuvo trascendencia en el marcador (...). El clima tenso y absurdo que se creó a partir de la entrada de "Goico" a Arconada perjudicó considerablemente al Athletic. Estos incidentes siempre los acusa el equipo que lleva el marcador en contra». Y fueron los rojiblancos.

El gol de Liceranzu (2-1) 29-IV-1984

«En el cielo rojiblanco»

«De infarto». Tenía que ganar el Athletic para sumar su segunda Liga consecutiva. Y lo hizo. Con sufrimiento, claro. El partido, 1-0. Pero «Uralde cabeceó un centro de Larrañaga para terminar batiendo a Zubizarreta. Quedaban veintidós minutos para el final y el Barcelona ganaba(...). El título era como un pez en el agua que se escapaba de las manos de los pescadores rojiblancos. ¡Qué diez minutos hasta que Liceranzu volvía a batir a Arconada (era el gol 3.000 del Athlétic en la Liga) a falta sólo de doce para el final!». Y se cantó el alirón.

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