El inconveniente es que filtran con mayor dificultad. En todo caso, en los dos últimos días lo han hecho de forma prodigiosa. Paradas Romero, el árbitro, adelantó su llegada a San Mamés media hora para constatar el estado del césped. Paseó de portería a portería con los miembros de su equipo y emitió una sentencia tras constatar que no había ni charcos. «Impresionante», dijo a un empleado rojiblanco.
Tras la suspensión de varios partidos en la tarde del sábado como consecuencia de la lluvia, se había especulado desde medios catalanes con la posibilidad del aplazamiento del partido. Nada más lejos de la realidad. El césped de 'La Catedral' sacó anoche matrícula de honor. Durante la primera parte estuvo perfecto. En la segunda aparecieron los primeros charcos, que obligaron a los jugadores a realizar un esfuerzo titánico. Ni San Mamés puede con tanta agua.
La parte que más sufrió del campo fue la zona defensiva por el sector derecho que el Athletic ocupó en la segunda parte. De hecho, un balón frenado por el agua casi le cuesta un disgusto a Javi Martínez, que no pudo controlarlo y se lo dejó en franquicia a Iniesta.
Fuente: El Correo
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