domingo, 2 de agosto de 2009

«El nuevo San Mamés no tiene plan B»

El diputado general, José Luis Bilbao, da por segura la entrada del Gobierno vasco en el proyecto con una aportación de 55 millones

JOSÉ MANUEL CORTIZAS.-


El deporte ha pasado de ocupar anotaciones puntuales a exclusivizar páginas en las agendas de los responsables institucionales. La del diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, lo preconiza. El Athletic, «que es mucho Athletic», requiere de tiempo, paciencia e inversión. No en vano, el nuevo San Mamés es un producto estrella tanto para el club como entroncado en la expansión de la ciudad y la provincia. Y el Bilbao Basket se ha convertido en todo un fenómeno social ante el que, sobre todo, la Diputación ha reaccionado con la contundencia de un rodillo. Son los dos temas de conversación fundamentales en uno de los despachos del Palacio foral. Fuera suenan las prisas porque todo esté a punto para la recepción de San Ignacio, prevista para siete horas después del encuentro de José Luis Bilbao con EL CORREO.

El asunto del nuevo San Mamés ha chirriado ligeramente en las últimas semanas. Desde el Gobierno vasco se ha puesto en cuarentena que fuera posible la aportación de 55 millones de euros que habían sido pactados en «los años de trabajo» que han desembocado en el momento actual, «el de echar el cohete de arranque porque no hablamos del capricho de una noche de verano». Cuando afronta este tema, como todos en los que el dinero toca de cerca, el diputado general incide con gestos inequívocos. Mano cerrada chocando contra cualquier superficie. Sinónimo de pago.

«Ha habido modificaciones en el plan general de Bilbao, debates sobre el uso de esa nueva zona que se ha generado con el traslado de la Feria, ya se están ejecutando las obras de acceso a Bilbao que sustituirán los 'scalextric' de Sabino Arana y está el campus tecnológico de la UPV. En la propiedad, hoy, estamos el Athletic, BBK y Diputación. Tenemos el compromiso del Ayuntamiento de Bilbao, que capitalizará todas las licencias de obra, que son unos cuantos millones de euros. El Athletic y la Diputación aportan dinero y terrenos y estamos a la espera de que el Gobierno vasco nos diga que entra».

Con el lehendakari

El preámbulo es largo, pero a su juicio «indispensable» para que nadie se pierda por el camino. «Se lo planteé al lehendakari el 4 de junio. El Gobierno vasco debería aportar del orden de 55 millones de euros. Pero no son para ponerlos mañana. Hay cinco años de inversión. Ese dinero hay que ir pagándolo durante cinco años, pero lo podemos hacer pagándolo en diez años, por medio de un crédito. Decir que tengo 150 millones de presupuesto y voy a destinar 55 al campo, no es así. Al lehendakari le expliqué que en el presupuesto de la Diputación de este año aprobado tenemos una partida de 10 millones para San Mamés y que estamos dispuestos a que si ellos en este momento no tienen partida presupuestaria, yo pongo más ahora y tú pones más luego».

-¿Habla de una renegociación?

La respuesta es inmediata. «No es tanto algo renegociable como ajustable para encajar en la situación de cada uno. Creo que existe un consenso político y social importante. El Gobierno vasco ya financió con subvenciones Anoeta y Mendizorroza. Digo con subvenciones porque aquí, además, será copropietario. No regalas el dinero a nadie, sino que eres parte de la propiedad».

Quedaba por conocer la explicación que le da Bilbao a la tibieza que parece haberse instalado en Lakua respecto a este tema. ¿Un problema semántico? «Más bien, de desconocimiento del proyecto. Podíamos sacar la primera fase de las obras a concurso después del verano. El balón está en el punto de penalti y sólo falta empujarlo. El nuevo San Mamés no tiene plan B. No concibo que el Gobierno vasco no forme parte de uno de los proyectos más ilusionantes para Vizcaya. El Gobierno no gobierna en 'Euskolandia'; nosotros formamos parte del Gobierno vasco. Confío en que va a estar».

Se jacta el diputado general de «creerse» sus propios discursos y lo aprovecha para recordar al Ejecutivo autónomo que «aquí hay un tren que pasa ahora y falta la guinda que es poner el campo. Habrá quien piense que hacer este esfuerzo en tiempos de crisis... Ese argumento vale para cualquier cosa. En momentos de crisis hay que incentivar la inversión pública porque eso tiene un efecto de aceleración que es muy importante. En este caso de San Mamés repercutirá en que habrá más de 1.200 personas durante cinco años trabajando para el campo».

Además del impulso casi definitivo para el futuro del Athletic, Bilbao no olvida la solicitud del 'botxo' como sede del Mundial de 2018. «Los retornos que puede tener un evento así son brutales», enfatiza

Fuente: CanalAthletic

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